Salmo 112.-
¡Aleluya! Cuán bienaventurado es el hombre que teme al SEÑOR, Que mucho se deleita en Sus mandamientos.
Poderosa en la tierra será su descendencia; La generación de los rectos será bendita.
Bienes y riquezas hay en su casa, Y su justicia permanece para siempre.
Luz resplandece en las tinieblas para el que es recto; El es clemente, compasivo y justo.
Bien le va al hombre que se apiada y presta; Arreglará sus asuntos con juicio.
Porque nunca será sacudido; Para siempre será recordado el justo.
No temerá recibir malas noticias; Su corazón está firme, confiado en el SEÑOR